Investigador principal: Alexis Pérez Fargallo

Co-investigadores(ras): Andrés Prieto Ibáñez (Pontificia Universidad Católica de Chile), Eduardo Niels Cerda Díaz (Universidad de Chile), Maureen Eileen Trebilcock Kelly (UBB) Sergio Eduardo Contreras Espinoza (UBB), Raúl Gonzalo Ramírez Vielma (Universidad de Concepción)

Código del proyecto: 1230922

2023-2027

Objetivo:

Identificar las brechas en los parámetros sociales, psicológicos, ambientales y constructivos entre viviendas con usuarios vulnerables y no vulnerables, para el desarrollo de un indicador de bienestar ambiental térmico adaptativo y medidas de eficiencia energética que garanticen la salubridad y ergonomía ambiental.

Resumen:

El confort térmico puede ser entendido como algo dinámico más que una condición o atributo específico del ambiente. Desde la publicación de los principios de confort térmico adaptativos se han desarrollado ecuaciones que cubren diferentes países, climas, tipos de edificios y ocupantes, identificando, en algunos casos, temperaturas de neutralidad térmica que se podrían considerar “extremadamente bajas” (13 - 18ºC). Sin embargo, se desconoce si el confort térmico a esas temperaturas se da por satisfacción (Modificando el ambiente y el comportamiento) o por resignación con el contexto del usuario, llevando al límite la adaptación fisiológica y psicológica. Así mismo, se desconoce si los mecanismos de adaptación de las familias vulnerables son adecuados y similares a otros grupos sociales o, distintos a causas de brechas sociales, psicológicas, ambientales y constructivas impactando en su ergonomía y salubridad ambiental. Además, se ha observado que la riqueza del lenguaje natural se pierde cuando se pretenden traducir a expresiones cotidianas como “mucho calor” o “poco de frío” al contexto de la lógica booleana (uno o cero), resultando lo anterior relevante cuando se pretende modelar la apreciación de los usuarios o profesionales expertos involucrados en la evaluación térmica ambiental.

Por otro lado, el Sexto informe del IPCC “Climate Change 2022” reconoce el potencial de los modelos de confort térmico adaptativos en la reducción del consumo energético y las emisiones. Por tanto, surgen las siguientes preguntas: ¿Los hogares vulnerables no son capaces de mantener unas temperaturas mínimas de confort térmico o sus temperaturas de confort son inferiores a las “tradicionalmente” empleadas? ¿Es aplicable la definición de confort térmico, vinculada con la satisfacción subjetiva, a usuarios vulnerables o su “satisfacción” con el ambiente térmico se da por “resignación” con otras variables? ¿Son los modelos de confort adaptativos válidos para las situaciones extremas de frío y calor y, por tanto, aptos para considerar su potencial para reducir el consumo de energía o, es necesario complementarlos con otros indicadores vinculados con la ergonomía y salubridad ambiental que sean aplicados a través de lógica difusa?

Debido a lo anterior, el objetivo general de la investigación es identificar las brechas en los parámetros sociales, psicológicos, ambientales y constructivos entre viviendas con usuarios vulnerables y no vulnerables, para el desarrollo de un indicador de bienestar ambiental térmico adaptativo y medidas de eficiencia energética que garanticen la salubridad y ergonomía ambiental. La metodología se basa en el levantamiento de datos primarios en hogares vulnerables y no vulnerables que residan en viviendas representativas a través de encuestas y monitorización con un sistema de recolección que permita su sistematización.

Posteriormente, los datos serán depurados y se determinará la temperatura de confort térmico por ciudad y grupo para determinar los parámetros sociales, psicológicos, ambientales y constructivos que impactan y generan las brechas en la ergonomía y salubridad ambiental por clúster y globales. Con dichos resultados se definirán las variables de entrada para el IBTA cuya aplicación se realizará a través de un sistema de lógica difusa, para ello a través de los resultados obtenidos y el método Delphi se definirá la fuzzificación de las variables de entrada, la estructura jerárquica, las reglas de inferencia y la desfuzzifización de las variables, obteniendo así, tanto el indicador como la herramienta de aplicación. Finalmente, a partir de IBTA se definirán medidas de mejoramiento ambiental y eficiencia energética a través de la modelación de casos, implementación de medidas, evaluación y optimización multivariable.